La política sobre la vacuna contra la hepatitis B genera un debate sobre la confianza pública

Salud pública, explicada: Regístrese para recibir el boletín nacional gratuito de Healthbeat aquí. Cuando Su Wang estudiaba medicina, donó sangre. Fue entonces cuando se enteró de que estaba infectada con hepatitis B, un virus que ataca el hígado y puede causar cáncer y la muerte décadas después. "Tenía 18 años, estaba sana y en la universidad", dijo. "Y de repente tuve una enfermedad crónica que ni siquiera conocía". Nacida en Florida en 1975, Wang creció antes de que la vacuna contra la hepatitis B se administrara de forma rutinaria a los recién nacidos. Durante años, asumió que su madre la había infectado, solo para descubrir más tarde que sus padres eran negativos. "Resulta que mis abuelos, quienes me cuidaron después del nacimiento, probablemente me lo transmitieron", dijo. "Así de fácil se propaga este virus: no por algún factor de riesgo exótico, sino por la familia". Hoy, Wang es la directora médica de los programas de hepatitis viral en RWJBarnabas Health en Nueva Jersey. Su historia ahora se encuentra en el centro de un punto de inflexión histórico en la salud pública. El 5 de diciembre, los Centros